“Un cuento sobre el vacío” es un cortometraje escrito y dirigido por Bernardo Mata, que ha sido lanzado en 2024. Con la actuación de Gabriel Araya Herrera y con Fernando Montero Caballero “KT” en la dirección de fotografía, este trabajo fue filmado en las cercanías del Volcán Irazú en Cartago. Específicamente en un antiguo cráter conocido como “laguna Cone”.
El corto fue estrenado en octubre en el Thai International Film Festival, en Bangkok, Tailandia. Luego fue proyectado en Costa Rica, dentro del Festival Shnit como parte de la muestra Sabor Local y este fin de semana se presenta como parte de la Selección Oficial del Festival Icaro Guatemala, un festival centroamericano de gran tradición y relevancia. También estuvo en la versión local de este festival en Costa Rica.
La historia y la idea
Este trabajo cuenta una historia breve sobre un hombre que llega a un lugar misterioso donde se topa con un obstáculo invisible. El hombre lo enfrenta, trata de descifrarlo, y en ese proceso atraviesa distintos estados que lo llevan a resolver su camino. La historia tiene un carácter metafórico relacionado con el vacío, entendido como un estado en el que no hay ira, no se juzga, no hay esfuerzo o deseo. No se refiere a un vacío como ausencia o falta, en que se extraña o se necesita algo. Tampoco a un vacío de un carácter nihilista en que no existe un plano trascendental de la existencia. Más bien se acerca al concepto de filosofía taoísta conocido como “Wu wei”, entendido en términos aproximados como “no hacer” o “sin esfuerzo”, tal como sucede con las fuerzas de la naturaleza, las plantas, los árboles, que tienen un curso y no requieren forzarlo. Este concepto no se refiere exactamente a la inacción, a rechazar las posibilidades de actuar. En la historia particularmente se relaciona con un estado en que se puede “escuchar” para poder reconocer el camino más natural, más armonioso de hacerlo. Un camino que requiere la ausencia de ira, de juzgamiento, de esfuerzo, de deseo, y por tanto del ego que los genera. En estas circunstancias, al desvanecerse el ego, se desvanece con él la individualidad.
El proceso creativo
El proceso creativo estuvo relacionado con estas ideas también. Se trató de descubrir el camino que debía seguir el personaje en esta situación, cómo debería resolverla. En esto el actor Gabriel Araya tuvo un papel muy importante, al estar conectado en escena con las emociones del personaje y el flujo que podían tener. La historia en sí reveló la esencia de la lucha y de la búsqueda. Por esto se fue haciendo claro que debía presentarse de una forma minimalista, sin elementos innecesarios y sin artificios. Picasso decía: “Si puedes manejar tres elementos, escoge solamente dos. Si tienes diez, entonces hazlo solamente con cinco.” Coincidiendo con esto se evitaron objetos en la escena, se prescindió del final que estaba pensado inicialmente, entre otros.
La música
La música también debía seguir la lógica. Siempre existe la posibilidad de sobrecargar, de llenar demasiado de música y de melodrama una historia.En este caso particularmente debía tener una presencia justa, sin excesos y sin hacerse notar demasiado. El proceso de composición se trató de simplificar y encontrar ese punto sin perder la gracia y el aporte que puede dar la musicalización, que no se puede negar. La partitura fue compuesta por Bernardo Mata, la ejecución de la misma fue dirigida por Guillermo Bonilla Morales, e interpretada por Francesca Bonilla Fong, Violín I, Andy González Chaves Violín II, Dylan Jarquín Zúñiga, Viola, y Luis Diego Meza Carrillo, Violonchelo. La grabación se llevo a cabo bajo la ingeniería de sonido de Jorge Guri, en el estudio Lúcuma en Cartago.
La atmósfera
Se requería una atmósfera adecuada para la historia, la escena en sí misma debía mostrar las fuerzas que estaban en juego y la locación lo permitía. Para esto fue necesario esperar los momentos adecuados durante los días de filmación, en que se presentara la neblina de la forma que se necesitaba, con muchas horas de espera mientras había sol o lluvia. También porque se utilizó solamente luz natural. En estas circunstancias, fue clave el trabajo de Fernando “KT” Montero, asistido por Ricardo Alvarado. Además, con un papel muy importante de Alonso Víquez en la colorización, para encontrar los tonos adecuados y todos los matices relacionados, con los que la imagen se debía presentar. Esta parte definitivamente tenía que conectar todos los elementos, para que tuvieran unidad.
Este es un repaso del proceso, de la intención y de la forma en que se desarrolló el corto. Esperamos dar con esto una mejor idea de lo que hay detrás, para quienes les guste el cine o estén interesados en el trabajo. Ojalá puedan verlo próximamente si no lo han hecho.
“Un cuento sobre el vacío” Con la actuación de Gabriel Araya Herrera. Dirigido, escrito y producido por Bernardo Mata, con EFCT Films Efecto Caracola. Fernando “KT” Montero, Dirección de fotografía. Ricardo Alvarado Badilla, Asistente de fotografía. Neithan Lugo Rodríguez, Asistente de producción. Composición musical por Bernardo Mata. Cuarteto de cuerdas con la dirección de Guillermo Bonilla Morales, interpretado por: Francesca Bonilla Fong, Violín I; Andy González Chaves Violín II; Dylan Jarquín Zúñiga, Viola; Luis Diego Meza Carrillo, Violonchelo. Grabación de cuarteto de cuerdas y masterización de audio por Jorge Guzmán en Lúcuma Estudio. Diseño y mezcla de sonido por Bernardo Mata. Colorización en Mamahilda Studio por Alonso Víquez. Logo EFCT Films – Efecto Caracola: Cinematografía por Manuel Meneses Sánchez; Gráfica y animación Paula Cascante Mata y Mariana Cascante Mata. Virginia Mata, Alimentación. Pedro Murillo, caricatura final “Cease fire” Derechos reservados. 2024.